Los resultados evidencian el ciclo descendente de las poblaciones piscícolas

Mañana se cierra la temporada truchera leonesa con un balance similar al de años anteriores, que aunque posiciona a la provincia entre las mejores del panorama nacional, evidencia una clara continuidad del ciclo descendente de poblaciones piscícolas que atraviesan los cauces leoneses. Una temporada, que ha resultado demasiado corta para los seguidores de la pesca tradicional, que gustan de llevarse algunas piezas para el consumo y que lo han tenido muy difícil, ya que durante los primeros meses los caudales bajaron altos y con aguas frías que propiciaron la inactividad de los peces y la escasez de capturas. Situación esta que no varió mucho durante los meses restantes en los ríos regulados por embalse, que como es habitual tuvieron que soportar las desmesuradas sueltas de agua para el riego o producción eléctrica, que invierten el ciclo natural y afectan al comportamiento de peces, resultando extremadamente complicado su engaño. En los ríos naturales, durante el verano se pudieron contemplar algunos ejemplares en las cestas de los aficionados, aunque fueron pocos los que consiguieron el cupo reglamentario en repetidas ocasiones. A partir de septiembre, finalizada la campaña de riego e iniciada la temporada de pesca exclusivamente sin muerte, que cuenta con menor presencia de aficionados en el rio y por lo tanto menor presión sobre los peces,los resultados mejoraron sustancialmente y se consiguieron ejemplares de buen tamaño. Durante los próximos meses, los salmónidos que pueblan las aguas leonesas comenzaran el ciclo reproductor y se agruparán en zonas específicas para la puesta, siendo la densidad y número de estos frezaderos un claro exponente de la salud piscícola de los ríos y uno de los momentos en que la vigilancia para evitar acciones furtivas y el control de los cormoranes se hace más necesaria.

Especies de interés

Una de las especies que más llama la atención de los aficionados que se resisten a colgar la caña una vez finalizada la temporada truchera es el lucio. En la provincia leonesa, los tramos bajos de los ríos Esla y Órbigo son los más frecuentados en busca de este pez, que puede ser capturado sin limitación de cupo y talla con el fin de controlar su expansión dada la gran depredación que ejerce sobre las poblaciones de especies autóctonas. Para tener éxito en su pesca, conviene tantear las zonas profundas del río con abundante vegetación y obstáculos sumergidos, siendo el pez vivo el cebo más eficaz, pero al estar prohibida su utilización en todas las aguas leonesas, los aficionados deberán recurrir a señuelos artificiales como los vinilos, rápalas, devones y cucharillas, que también dan buenos resultados. El sistema más básico de pesca consiste en lanzar el aparejo en las zonas anteriormente indicadas y dejarlo bajar al fondo para luego recogerlo a intervalos, propiciando un movimiento de ascenso y descenso que resultará irresistible para el lucio. Los barbos en esta época del año también mueven a un importante número de aficionados.